El río Paraná fue la gran arteria de la Argentina del siglo XIX. No sólo como fuente de agua, como medio de transporte o como defensa estratégica para la defensa de la nación: fue también el lugar donde poner el fogón, donde ensayar el tiple, donde lamentarse por las guerras perdidas y los amores imposibles.
Fue por sobre todas las cosas, una línea de encuentro para tantas personas que andaban buscando un lugar en el mundo.
sábado, 17 de febrero de 2007
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