lunes, 19 de marzo de 2007

Rebotes

El libro sigue su camino. Gracias a las gestiones de Elsa Machado la diputada Graciela Rego se ha puesto en campaña para declarar de interés provincial los cuentos del abuelo.

No se si a él le hubiera interesado el asunto, pero quizás lo podríamos haber convencido diciéndole que iba a ser accesible a mas chicos.

Hay que ver que dice Coco....

viernes, 9 de marzo de 2007

Coco Inchausti

Juan Carlos Frías Inchausti, el Coco, nos estuvo contando el contexto del Ramallo de principios de siglo XX, época a la que se refieren las narraciones del libro.

De primera mano recibió las historias de sus vecinos y familiares y salvo el momento en el que dijo 1880 en vez de 1980 no se le escaparon palabras por ahí, cosa que temía sucediera antes d la presentación.

Ojalá pudiera yo hablar tan claro como él frente a mis alumnos en la universidad.

Dos ideas de las tantas que mencionó: los pueblos pequeños son más sensibles que las grandes urbes a los agites económicos, Ramallo es de las mejores cartografías del país, si no la mejor, también por motivos económicos.

Carlos Vigliani

Le quiero agradecer a todos y cada uno de los que se tomó el trabajo de viajar tantos kilómetros, en la medida de lo posible los iré nombrando: Las ventas estuvieron a cargo del tío Carlos (el único con el don de la venta, por otro lado).

Gracias tío!

En la fase de distribución

Quedan algunos ejemplares para distintos destinos.

Las bibliotecas, escuelas y archivos interesados no tienen más que mandar un email y se lo enviamos.

Aquellos que quieran recibir un ejemplar por correo me tienen que enviar 10 dolares por transferencia electrónica mas los gastos de envío.

martes, 6 de marzo de 2007

lunes, 5 de marzo de 2007

Agradecimiento

Queremos agradecer a Elsa Machado y en ella a todo el equipo del Museo de Ramallo el tiempo, trabajo y paciencia dedicada a la presentación del libro.

También agradecemos a los consejales que se se tomaron la molestia de concurrir a representar a la ciudad, a Alfredo y Nora de la editorial, a los presentadores, a las guitarras que animaron la reunión y especialmente a todos los ramallenses que vinieron y a todos los que manifestaron su interés por estar, pero no pudieron porque entre otras cosas el clima no ayudaba como para venir a pie.

domingo, 4 de marzo de 2007

Palabras de Elvio Zanazzi

En primer lugar quiero agradecer a la Directora de este Museo histórico, Elsa Machado, quien además de ser una activa militante de la cultura, es una amiga, una persona cercana a mis afectos, ella y su querida familia. En segundo lugar, agradecer a la familia de Tomás Alberto Sullivan, por permitirme formar parte de este acto, que seguramente traerá a la memoria de los que conocieron a Tomás el recuerdo de un hombre presente, de un hombre vivo, tal como debemos concebir a las personas que –como decía Pirandello- son “pensionistas de la memoria”. Las personas viven en la medida que las recordamos tal como eran. Viven en nuestra memoria; la ausencia física es sólo un elemento misterioso, por cierto triste y melancólico, pero que no aleja a las personas. Por eso es importante lo que están haciendo los descendientes de Tomás Sullivan. Están rescatando la memoria de un hombre para brindarle a las próximas generaciones su palabra. Y aquí vale la pena detenerse: ¡cuánto hay de un ser humano en su palabra! Aspiro y deseo que mucho. No dudo, aunque no tuve el privilegio de conocerlo, que Tomás Sullivan era un hombre como el que escribe en sus narraciones: sencillo, ordenado, decente, sensible. Estas virtudes y valores del ser humano son indispensables en estos tiempos; es elemental rescatar más allá de una prosa cuidada, de una narrativa respetuosa, el valor de las palabras y sus conceptos. El rescate que ha hecho el escritor Sullivan de valores fundamentales que parecen perdidos. En su cuento “La gran aventura de un viajante” es destacable cómo acentúa la honestidad del personaje principal, incapaz de embromar a otro, justo y trabajador, afectado inclusive por minúsculas mentiras que se crea, como las que todos alguna inventamos para sentirnos fuertes. Ese personaje, engañado en su buena fe, está claro en la escritura de Sullivan que no fue timado por tonto, sino por bueno, porque a él jamás se le hubiera ocurrido dañar a otro semejante. Ello, más allá de lo atractivo de la historia, es un elemento a rescatar como ejemplos de tantas personas decentes, honestas y solidarias que andan haciendo patrias en todo el planeta; ello en contraposición a los que mienten en forma descarada, a los que inventan guerras para acumular poder y riquezas, a los que parecen tener impunidad eterna por ser portadores de poder. Ejemplos sobran abriendo el diario o viendo el repetido noticiero de la televisión.

En su cuento “La venganza”, el escritor muestra otra faceta que hay que poner en la cúspide cotidiana de nuestra vida: la ternura; siempre vigente y arriba de nuestras pretendidas broncas, los malestares que a veces las personas convertimos en situaciones serias aunque se trate de insignificantes acontecimientos. De una venganza a un gesto de ternura hay un camino que recorrer y lo recorren las personas de buenos sentimientos, de conocimientos con virtud, como diría el poeta Castillo.

Cuando escribe “En camisa de once varas”, el narrador se sumerge en un mundo que confiesa quedarle grande: el de la filosofía. Habla de la felicidad , la define, duda, la convierte, la analiza y se reitera inseguro de sus definiciones. Eso es un acto de grandeza; decirlo y escribirlo de puño y letra manifestando una modestia absolutamente creíble y una sinceridad claramente despierta.

En “Minimemorias” recuerda a su pueblo, a nuestro pueblo. Lo hace añorando su infancia, su casa natal, sus partidos de futbol. Un viaje que lo retorna a su pueblo, ya de grande, también le rememora su infancia. Es la nostalgia cruda, pero acompañada de un relato minucioso que nos incorpora a una geografía de nuestra terruño, a un modo de vida, al quehacer cultural de una comunidad, tan cambiante como el llamado progreso. Inclusive nos recuerda una época donde pasaban los trenes. Fíjense si hemos progresado o hemos retrocedido. En “El causante” relaciona un episodio que marcó al narrador y lo trasladó a historias interesantes a partir de un disparador como fue un simple animal, un gato. Otra vez el tren, y muchos personajes participando de un relato ameno que transita por la fábula y la historia reiterada de la vida en la pensión, la lucha en el trabajo diario, la pelea por ganarse la vida, la presencia inevitable de personajes siniestros y capaces de cualquier cosa por sostener un presunto status; en definitiva, una repetida historia de aciertos y contratiempos presentes en todo momento en la vida de cada uno de nosotros.

Con el cuento “Don Fausto” Tomás Sullivan rescata en su tinta a un personaje de tantos, esos seres anónimos que no piden nada a nadie, y se crean una felicidad a toda costa, privados de bienes materiales, pero sujetos a un estado de situación que les tocó en suerte o desgracia, pero del que se aferran con fuerza para intentar ser felices. Con “El Diagnóstico”, la narración navega entre situaciones tragicómicas inmersas en un mundo de locuras también intemporales. Con “Un alto en el camino”, el escritor describe una etapa rural, desafiante, donde un caballo, tanto como un hombre, pulsa su tiempo de victorias y derrotas y se juegan valores intangibles dignísimos de rescatar.

Dejé para el final “Orgullo”, el cuento, a mi modesto entender, mejor logrado por Tomás Sullivan. Y si me permiten, quisiera leerlo. (lectura)

Tanta ternura hay en este cuento que lo quise dejar para el final. A veces las personas andamos persiguiendo consumo, cuando en realidad deberíamos buscar en nuestro interior y en el de los demás, esa sencillez de las cosas profundas, las que nos vienen del corazón, de ese corazón que Tomás Sullivan nos dejó para siempre en este Alto en el camino.

Muchas gracias

sábado, 3 de marzo de 2007

Falta poco


Ya está todo (casi) listo y en pocas horas empezamos.

Hasta los saladitos y el vino tinto están a la espera!

Tenemos una llovizna bastante molesta, pero todavía no nos impide la presentación en el Museo.

Dicen que tiene un significado emocional, pero quien lo sabe....

Estamos terminado de afilar las imágenes a proyectar en las paredes, especialmente el tema de los video que no terminan de arrancar como quisiéramos.

jueves, 1 de marzo de 2007

Imagenes en la pared



Las Diapositivas.

Gacetilla


Gentilmente el equipo de Nora Galia nos elaboró una gacetilla invitando a la presentación del libro.

miércoles, 28 de febrero de 2007

Imagenes en la mente

Algunos recuerdos son como reliquias: inmóviles, repetidos, fósiles. Otros son como juguetes, los usamos a nuestro gusto según la ocasión, los rompemos, los reparamos, los acondicionamos, los disecamos, los compartimos.

Hay también recuerdos de cosas que no sucedieron, recuerdos de cosas que sucederán y recuerdos que definitivamente olvidamos, que después de todo para eso estaban ahí.

Hay, sin embargo, el recuerdo de aquella casa de la infancia...

lunes, 26 de febrero de 2007

Fotos y videos

Seguimos en la línea de definir las cuestiones del sábado: vamos avanzando con los borradores de la presentaciones, que serán todas breves para no aburrir a nadie y con las imágenes, que reflejarán el Ramallo de hace un siglo y más.

Ayer estuvimos haciendo algunas fotos y videos para incluir dentro de las proyecciones.

El calor estuvo haciendo las cosas complicadas, pero a la tardecita las cosas mejoraron un poco y nos largamos con las maquinas.

domingo, 25 de febrero de 2007

Evento literario

Poco a poco las piezas del rompecabezas empiezan a conectarse.

Además de tener lugar, día y horario (Museo de Ramallo, sábado 3 de marzo a las 18:00 Hs) tenemos algunas cosas mas:

En caso de lluvia nos pasamos al consejo deliberante.

Las sillas (150) nos las presta la Iglesia y para el traslado tenemos flete y un par de brazos.

Empezamos a repartir afiches pequeños, invitaciones formales y logramos que se anunciara la presentación del libro en el diario y los medios audiovisuales del pueblo.

Los concurrentes porteños tienen sus pasajes en mano y los que van a hablar más o menos los borradores pulidos.

Se consiguieron algunos testimonios emotivos de personas que quizás no puedan concurrir, por su avanzada edad, pero que trataremos de incluir.

En la mesa tenemos comprometidos a conversar a tres familiares del autor, un especilista literario local, un representante de la editorial y un representante del gobierno, todo con la coordinación de Elsa Machado, Presidenta del Museo Histórico Municipal.

Estoy eligiendo el vino, preparando unas fotos para proyectar en la pared y organizando la comunicación a personas que estaban interesadas.

Como dije arriba, poco a poco.

sábado, 24 de febrero de 2007

Mas alto

Todavía debe ser el edificio mas alto de Ramallo.

No importa, en realidad, la cuestión de las geometrías.

Es que pienso en esa foto de 1905 donde se ve un grupo de gente saliendo de la iglesia en procesión: ahora hacia donde irían?

A la estatua de Eva?

Al hotel de "x"estrellas que se está construyendo a la vera del río?

Atardece en Ramallo y mañana será otro día.

viernes, 23 de febrero de 2007

Preparativos

Hoy anduvimos por Ramallo para ultimar los detalles de la presentación del libro de mi abuelo.

Estuvimos con la señora Elsa, directora del Museo y con Coco, para ir organizando las breves palabras que acompañaran los textos, las imágenes y la música de una guitarra que estará presente el sábado 3 de marzo a las 18 hs.

Llevamos unos cartelitos para pegar en algunas paredes claves del pueblo y entregamos algunos ejemplares para que los expositores tengan en que basarse.

En fin, tarea cumplida y regresamos a Buenos Aires.

martes, 20 de febrero de 2007

El puerto

Acomodado como pudieron dejaron el barco, más para desguace que otra cosa, hace ya un tiempo.

Creo que se trata de una nave uruguaya que lleva 70 años flotando.

A mi me hace acordar a esos objetos débiles que pululan por el mundo: las cosas olvidadas en el cajón de la cocina, unas fotos viejas, latas de productos discontinuados, bicicletas oxidadas.

Todos pronto convertibles en chatarra: una metáfora de estos tiempos. También nosotros somos débiles, muchas veces.

Determinados por la lógica mercantil, los barcos que no son "modernos" deben rumbear al desarmadero.

Pensaba en esto y pensaba en el libro, en la posibilidad de dejar una pequeña huella en la arena del río.

Un libro débil, sin defensas, flotando años entre unas cajas olvidadas.

Si me preguntan: un objeto para conservar.

Veranito

Nos vamos, de a poco y en los ratos libres, preparando para la presentación del libro el sábado 3 de marzo en el Museo de Ramallo. A eso de las 18:00 queremos arrancar si o si, con una mesa en la que habrá si dios quiere 6 personas que conversarán con los asistentes 7 minutos cada una. Religiosamente, como el pueblo y la Iglesia de enfrente se lo merecen.

Va a ser una buena ocasión para aprovechar y meterse al agua todavia tibiecita del Paraná, hacer algunas tonterías en la arena y por sobre todo encontrarme con buena gente.

Los chicos daran una vueltas en las tablas del club Barlovento y unos 200 metros mas allá, si la noche ayuda, me iré a hacer unos tiritos con las lombrices.

Un rato nada mas. Para matar el vicio.

Y durante un dia me olvidaré de la vida urbana.

lunes, 19 de febrero de 2007

Pochos

Cada época se caracteriza por una industria cultural: una forma de producir, circular y consumir objetos que representan un modo de vida.

A principios del siglo XX la fotografía se ubicó en el centro de esta maquinaria, produciendo en serie rostros que se irían inflacionando hasta no decir nada, hasta ser necesarias las cirugías estéticas.

En esta imagen, sin embargo, algo escapa de las épocas. No se si es la posición de los niños, que adivinamos que habrán soportado segundos al fotógrafo, no se si es que sus miradas se dividen para que adivinemos la presencia de la familia y de la cámara, no se si es el rojo de ese porta retrato que permaneció 100 años en la misma mesa.

Quizás, un homenaje a la temprana muerte de la madre del autor, acá de pie.

domingo, 18 de febrero de 2007

Procesiones

Las procesiones tienen una raíz muy larga en las costumbres criollas.

Tanto los originarios guaraníes y como los primeros españoles, a caballo entre la Edad Media y la Modernidad, dejaron su impronta caminante en una región tan extensa que el viajar, el estar moviéndose hacia la lluvia, hacia el pueblo o la comida pasaron a formar parte de la la forma de vida.

Esta imagen, que me fue cedida gentilmente por la directora del museo de Ramallo, muestra una de esas procesiones, posiblemente hacia 1900.

Río Paraná

Ramallo, sin el río Paraná y la pampa argentina no existiría. Por mas que estuviera ahí, con los mismos vecinos, con las mismas historias y proyectos: no tendría sentido.

En una época, hasta hace unos 20 años, tenía un muelle de madera por donde cualquiera podía arrimarse al canal para tener más probabilidades de pescar algo grande.

Ahora las cosas van cambiando, en el paraná, en la pampa y en Ramallo.

El muelle de la foto ha sido reemplazado por uno inmenso e inaccesible perteneciente a una gran empresa, la pampa ha sido arrasada por la soja, un alimento para chanchos chinos muy nutritivo y Ramallo poco a poco va incorporándose a la globalización, gracias a lo cual algunos vecinos empiezan a preocuparse porque entre las nuevas costumbres está no saludarse en la calle.

La iglesia

El autor del libro destinó sus últimos ahorros para la reparación del campanario, que por lo que se ve en esta foto, fue de lo último que se construyó en la iglesia del pueblo.

El autor

A principios del siglo XX una parte de la Argentina estuvo atravesada por un modo de vida que nos es hoy gris y completamente ajeno: un mundo victoriano, para pocos y moldeado en la escritura, en el alfabeto.

Un mundo donde lo instantáneo empezaba a desplazar a lo meditado y la exactitud al rasgo.

Esta foto está sacada mas o menos en la época del hundimiento del Titanic, posiblemente en San Nicolas, en la provincia de Buenos Aires.

Me llama la atención que la niña encargada de cuidar a los dos pequeños haya conservado el centro de la escena.

Los Sullivan Tomas, Tomas Alberto y Guillermo tuvieron más o menos fortuna en los negocios y el amor y dejaron algunas pocas cosas publicadas; de la cuidadora no sabemos nada y la pequeña niñita "pochita" moriría de fiebre reumática unos años despúes.

El pequeño Tomas Alberto es el autor del libro.

sábado, 17 de febrero de 2007

Almacen "La Reacción"


Don Cándido Inchausti (mi tatarabuelo) llegó a la Argentina durante el gobierno de Rosas y unos años despues estaba instalado en el pueblo recien fundado, ubicado entre San Nicolás y San Pedro.


En esta foto, cuya fecha no he podido precisar con exactitud, se ve a algunos de los hijos del fundador y posiblemente a algunos clientes y proveedores.

Hércules J. Rabagliati

En el Museo Histórico Municipal de Ramallo "Hércules J. Rabagliati" pueden observarse la primera campana que tuvo la iglesia de Ramallo, de 1882, la Bandera del Batallón Ramallo de Guardias Nacionales, libros de 1735, el primer semanario editado en Ramallo en 1891, etc. Además, vestidos, peinetones, abanicos, ornamentos religiosos, fotografías y otros objetos e historias de interes.

En la foto de la izquierda puede verse el edificio en el que hoy se encuentra el museo, tal como se lo podía ver en 1874.



Dirección:
Moreno 890 - (2915) - Ramallo - Buenos Aires
Teléfono: (0407) 21-851
Fax: (0407) 21-852

1890

El río Paraná fue la gran arteria de la Argentina del siglo XIX. No sólo como fuente de agua, como medio de transporte o como defensa estratégica para la defensa de la nación: fue también el lugar donde poner el fogón, donde ensayar el tiple, donde lamentarse por las guerras perdidas y los amores imposibles.


Fue por sobre todas las cosas, una línea de encuentro para tantas personas que andaban buscando un lugar en el mundo.

Ramallo histórico


El Museo Histórico Municipal de Ramallo "Hércules J. Rabagliati" va a ser el lugar donde se presente el próximo 3 de marzo, a las 18:00 hs el libro "Un Alto en el camino y otras narraciones", póstumo de Tomas Alberto Sullivan.

En una de sus paredes está este resumen histórico del partido y del pequeño pueblo entre el anchuroso río Paraná y la extensa llanura pampeana.


Un alto en el camino


Poco a poco vamos terminando la fase de preparación del libro, luego de varios años de reconstrucción de borradores, búsqueda de fotos, correcciones, chequeo de opiniones de las personas que conocieron al autor.


En este blog intentaré de ahora en mas, ir dando cuanta del proceso de puesta en público de los cuentos.